Glenna, de veinticinco años y fotógrafa en ciernes, había convencido a su hermano menor Bart, de veinte años y un joven fornido, para que modelara para su último proyecto. El escenario era una cascada aislada, donde el agua cristalina caía en cascada por las rocas lisas, creando un ambiente tranquilo que sólo se veía perturbado …